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viernes, 13 de marzo de 2015

Buscando casa III y final (feliz)


Hello!

Nos habíamos quedado en un chán, chán, chán más que dramático después de que os contara que me gustaba una casa y que le había mandado un mensaje a la landlord diciéndoselo. 

Pues bien, ella me contestó esa misma noche preguntándome cuál de las tres habitaciones disponibles me interesaba, pero yo caí en la cama inconsciente según llegué a casa y no lo vi, así que por la mañana, después de ver que efectivamente había buses nocturnos, la llamé para ver qué había que hacer para coger una de esas habitaciones y ¡SORPRESA! ya estaban todas asignadas. Me quedé de piedra "¿cómo que ya están todas cogidas si fui a verlas ayer por la noche y te llamo a primera hora?", "bueno, es que... verás, ya estaban reservadas ayer, pero por si fallaba alguna seguí dejando que las viera más gente para tener alguien de reserva". "WHATTTTT?!?!?!?!" Me cagué en lo incagable, juré en arameo, me acordé de todos los antepasados de la tipa y, cuando se me pasó la etapa 1, pasé a la 2 y me desmotivé hasta lo indecible. 

Nuevamente os parecerá que soy una quejica y que estás cosas hay que tomárselas con más calma, pero por el estado de nervios y cansancio en el que me encontraba (y porque sí, un poco quejica sí que es una), había decidido que en esos dos días tenía que encontrar algo y, dado que esa puerta se me había cerrado en las narices, lo único que me quedaba era la casa "habitable" y... no me hacía demasiada ilusión, por lo que estaba (por quinta o sexta vez desde que comenzó el proceso) hundida en la miseria.

Me puse a buscar como una loca citas para ese día y me prometí a mi misma y a Lynda que, si ese día no encontraba algo, me quedaría con la habitable y ya buscaría algo más adelante que me gustara más.

Un poco a contrarreloj conseguí tres citas para el martes, una de ellas usando todo mi poder de persuasión e intentado dar la máxima pena posible. Os explico: el domingo había contactado con una chica española que dejaba una habitación que me gustaba bastante (al menos en las fotos, que ya se sabe que no se puede confiar mucho en ellas), pero que se mudaba a final de mes y, como no le corría prisa, iba a hacer las visitas durante el fin de semana y me había dado "cita" para el viernes. Así que esa mañana, desesperada, le mande un mensaje diciendo que si podía verla ese mismo día y debió apiadarse de mi porque sí me dejó ir a verla.

Contra todo pronóstico me gustó una de las dos habitaciones que fui a ver antes de esa. Estaba en una zona bastante céntrica, también con varios autobuses... lo único que le fallaba es que no había un súper cerca, pero si no hubieran salido las cosas como salieron, me hubiera mudado allí.

A las 7 llegué a Manor House y allí me estaba esperando la chica. De camino a la casa, unos escasos 10 minutos, me fue contando todo sobre ella, sobre la casera, lo que tenía que decir para que me diera la casa, los servicios que había al rededor. Y la verdad es que estaba genial porque había un montón de autobuses, tanto diurnos como nocturnos, tenía una zona comercial al lado, estaba bastante bien de precio y, aunque al principio no me gustó que la casera viviera allí con nosotras, empezó a gustarme cuando vi lo limpia y cuidada que estaba la casa.

Así que, para no alargarlo más, salí de allí con habitación. Os la presento:



Así que ahí es donde voy a estar viviendo los próximos x meses. Aún no sé cuántos van a ser, pero la verdad es que, a diferencia con la casa "habitable", no me importa cuantos sean porque estoy contenta con ella.

Y hasta ahí llegó mi aventura de buscar casa. He de decir que ha sido un proceso bastante duro y cansado y eso que yo he tenido mucha suerte porque he contado con un lugar en el que estar y no tenía prisa por irme (de hecho hablé con Lynda por si le importaba que me quedara todo este tiempo hasta que la habitación estuviera libre y ella me dijo que en absoluto, que mejor, así estaba más tiempo con ellos) y no han sido muchos días de búsqueda. Pero ahora sé que ha merecido la pena el esfuerzo porque estoy contenta con la habitación y, si hubiera dicho que sí al primer cuchitril por no cansarme y buscar más, ahora no me sentiría igual de bien.

Lo único que me queda por decir es que mucho ánimo a aquellos que estén pasando por este momento. Que no se depriman (como yo) si no encuentran algo que esté bien, que no sé den un plazo corto para encontrar algo (como yo) porque las cosas buenas requieren de algo de tiempo y... paciencia y fuerza para los días de búsqueda.

¡Muchos besitos!

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